El Poema de la Semana
Lunes 3 de Abril 2017
Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor
danés Hans Christian Andersen, La Organización Internacional para el libro
Juvenil, (en inglés: IBBY o
International Board on Books for Young People) promueve la celebración del Día
Internacional del Libro Infantil y Juvenil, con el fin de
promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más
jóvenes.
¿Os
imagináis un mundo sin La sirenita o El patito feo?. Estos y otros
muchos cuentos como La reina de las nieves, El
soldadito de plomo y El traje nuevo
del emperador, que probablemente conocéis y habréis leído alguna
vez, son obra de Hans Christian Andersen.
Andersen,
desde su infancia, tuvo una gran
imaginación y la capacidad de caminar hacia sus sueños sin permitir que lo abandonasen. Los que no podía materializar
en su propia vida, los convertía en realidad
con su pluma. ¡Todavía no se habían
inventado ni los bolis ni los ordenadores! Sus vivencias y los avatares de su ajetreada
vida - no lo tuvo fácil - se convirtieron en cuentos. Cuando con catorce años marchaba a Copenhage en busca de éxito y fortuna, sin saber apenas
leer ni escribir, se despidió de su madre diciendo: "Primero hay que pasar penalidades sin cuento y
luego uno se hace famoso". Y lo
consiguió. Viajó mucho, escribió mucho y leyó más aún. Por eso tenía material
para sus historias y sabía cómo usarlo: Así fue capaz de transformar un viejo y desproporcionado
pato de madera en El
patito feo, la triste infancia de su madre, en La niña de los fósforos, o el huerto de su tejado, en el jardín de
rosas que cuidaban Gerda y Kay antes de que llegara La reina de las nieves, todas ellas historias maravillosas que merece la pena leer,
si tenéis ocasión, en su versión completa.
Pero como esta es
una página de poesía, dejamos aquí un poema de Mario Benedetti que es a la vez un cuento.
Esto es un enlace por si os apetece escucharlo en la voz del propio autor.
Historia
de vampiros
Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas,
al mediodía y en la cena.
Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.
Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.
Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.
Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.
Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.
El poema del vampiro es el que más me ha gustado. Nos cuenta que podemos encontrar gente buena donde menos lo esperemos, incluso entre los vampiros. Eso puede hacer que los malos aprendan y se transformen.
ResponderEliminarLaura