Nuria Bachs, compañera y amiga, enseñó aquí.

Además de hacer que sus alumnos y alumnas amasen las Matemáticas, les ayudó a crecer y a ir convirtiéndose, día a día, en mejores personas.

También sus compañeros y compañeras, los que tuvimos la suerte de trabajar a su lado, nos aprovechamos de esa enseñanza vital que ella sabía compartir tan generosamente.

Su nombre, Nuria, influenciado por el nombre árabe de Nuriya -aquella que es luminosa-, reflejaba fielmente su carácter y la describe tal y como tuvimos el placer de conocerla.

Con su generosidad, sus atenciones, su alegría, su cuidado a todo aquel que pudiese necesitarlo, nos dio un poco de sí misma por lo que siempre la llevaremos con nosotros.

Además de ocuparse directamente de todos los que la rodearon, dedicó su tiempo y esfuerzo a colaborar en que el entorno de estas personas fuese rico en posibilidades de aprendizaje y de crecimiento. Así, junto con nuestra compañera Mª Dolores Vergel, se encargó de la organización y puesta en marcha de la biblioteca de nuestro Centro.

Por todo esto, la comunidad del IES Los Neveros quiere rendir este homenaje a nuestra compañera Nuria, dándole a la Biblioteca su nombre para que quede en el recuerdo del Centro su importante contribución.

Dña. Belén Cobo Merino, Directora del Centro.









sábado, 1 de abril de 2017

El Poema de la Semana
Lunes 3 de Abril 2017



      Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, La Organización Internacional para el libro Juvenil, (en inglés: IBBY o International Board on Books for Young People) promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.

      ¿Os imagináis un mundo sin La sirenita o El patito feo?. Estos y otros muchos cuentos como La reina de las nieves, El soldadito de plomo y El traje nuevo del emperador, que probablemente conocéis y habréis leído alguna vez, son obra de Hans Christian Andersen.




      Andersen,  desde su infancia, tuvo una gran imaginación y la capacidad de caminar hacia sus sueños sin permitir  que lo abandonasen. Los que no podía materializar en su propia vida, los  convertía en realidad  con su pluma. ¡Todavía no se habían inventado ni los bolis ni los ordenadores!  Sus vivencias y los avatares de su ajetreada vida  - no lo tuvo fácil -  se convirtieron  en cuentos. Cuando con catorce años marchaba  a Copenhage  en busca de éxito y fortuna, sin saber apenas leer ni escribir, se despidió de su madre diciendo:  "Primero hay que pasar penalidades sin cuento y luego uno se hace famoso". Y lo consiguió. Viajó mucho, escribió mucho y leyó más aún. Por eso tenía material para sus historias y sabía cómo usarlo: Así fue capaz  de transformar un viejo y desproporcionado pato de madera en El patito feo,  la triste infancia de su madre, en La niña de los fósforos, o el huerto de su tejado, en el jardín de rosas que cuidaban Gerda y Kay antes de que llegara La reina de las nieves, todas ellas historias maravillosas que merece la pena leer, si tenéis ocasión, en su versión completa.

    Pero como esta es una página de poesía, dejamos aquí un poema de Mario Benedetti que es a la vez un cuento. 
Esto es  un enlace por si os apetece escucharlo en la voz del propio autor. 

     Historia de vampiros


Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas,
al mediodía y en la cena.


Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.

Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.

Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.

De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.

Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.

Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.

Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.

1 comentario:

  1. El poema del vampiro es el que más me ha gustado. Nos cuenta que podemos encontrar gente buena donde menos lo esperemos, incluso entre los vampiros. Eso puede hacer que los malos aprendan y se transformen.
    Laura

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