El Poema de la Semana
Lunes 20 de Marzo 2017
Día
Mundial de la Poesía
21 de Marzo
En el año 1999 la Unesco propuso la celebración del Día Mundial de la Poesía para reconocer
a la palabra como fuente de imaginación e instrumento y símbolo de la
creatividad humana. Desde ese año, cada 21 de Marzo,
en muchas ciudades del mundo se realizan actividades para disfrutar de esta manifestación artística de una forma
especial.
La Biblioteca del
IES los Neveros se une a esta celebración a través del Poema de la Semana, pero esta vez no con un poema, sino con el material con
el que están hechos los poemas.
Luis García Montero, recientemente distinguido Hijo
Predilecto de Andalucía, en este fragmento de su obra Lecciones de
poesía para niños inquietos, nos habla de ese material, las palabras:
“Me
gusta pintar las palabras de colores, rellenarlas en mi imaginación igual
que las casas y los árboles en un cuaderno de dibujo. Siempre he pensado que la
palabra «Palabra» es blanca,
como la nieve pura, la nieve nieve, la que cae durante días y noches en lo alto
de las montañas, sin que nadie la pise. La nieve va nombrando el mundo, hace
sus muñecos, pinta de blanco las copas de los árboles, los tejados, las casas,
las calles, los coches, el cubo de la basura, los bancos solitarios del parque.
La nieve levanta una realidad fugitiva, que desaparece cuando el sol manda sus
rayos a la tierra y la ciudad empieza a gotear. La nieve es un milagro, una
maravilla, un cuento, un poema, pero resiste poco tiempo. Las calles se
convierten en una inmensa gotera, en un escalofrío que se filtra por el cuello
del abrigo y por los descuidos de las botas para regalarnos un buen resfriado.
La
nieve y el vaho de la ventana se parecen a una conversación. Las palabras de
las conversaciones se esfuman, se las lleva el viento, sólo sirven para
entendernos en un momento preciso. Las palabras salen de la boca, entran por
los oídos y luego se derriten o se van memoria adentro como un pájaro que acaba
por desaparecer. Los seres humanos han inventado algunas cosas para que las
palabras no desaparezcan: contestadores automáticos, magnetofones, el cine
sonoro.... Pero lo primero que inventaron fue la escritura.
La
escritura es como una nieve que no se deshace, una maravilla que consigue
durar, una conversación que quiere mantenerse en el tiempo. La palabras de la
escritura pueden esperar años en una libreta, en un libro, en un periódico, hasta
que lleguen los ojos que quieran recuperar el diálogo interrumpido. Las tribus
antiguas se reunían alrededor del fuego para contarse sus historias. El más
anciano solía tomar la palabra y recordar el pasado común de todos los seres
pertenecientes a la tribu:
— Yo, Rayo Fugitivo, nieto de Águila
Blanca, hijo de Caballo Loco y padre de Flecha Certera os voy a contar la
historia que sucedió....
Así, Rayo Fugitivo recordaba la historia
que le habían contado Águila Blanca y Caballo Loco, y le anunciaba también a su
hijo, Flecha Certera, que alguna vez debería seguir con la antorcha de las
palabras, contar la historia de la tribu para que no se perdiese en el
olvido".