Lunes 6 de marzo 2017
Día
Internacional de la Mujer Trabajadora
8
de marzo
Gloria
Fuertes
BIOGRAFÍA
El
próximo miércoles 8
de marzo se
celebra en muchos países el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora.
A lo largo de toda la Historia, desde la antigua Grecia, con
Lisistrata, durante la Revolución Francesa, con las parisienses
marchando hacia Versalles exigiendo el
sufragio
femenino, en la Revolución Industrial y hasta nuestros días, la
mujer ha luchado por participar en la sociedad en condiciones de
igualdad con el hombre. Si en todos los ámbitos ha sido difícil
esta lucha, en el mundo del arte y de las letras ha sido incluso más
dura.
Esta
semana reivindicamos el papel de la mujer en el mundo de la
literatura a través de la figura de Gloria
Fuertes.
Conocida casi exclusivamente por su literatura infantil, "menor
" y "graciosa", pocos saben
que desarrolló durante sus primeros años una poesía eminentemente
crítica y social. A pesar de ser mujer poeta consiguió, no sin
dificultades, publicar en la España franquista. Inteligente y sagaz,
al diluir la denuncia social con humor, fue capaz de burlar la
censura. Según Reyes Vila-Belda, profesora en la Universidad de
Indiana (EEUU) y experta en la obra de Fuertes, fue la única mujer
que publicó con los poetas de la generación de los años 50.
Olvidada
o desconocida esta faceta de su poesía la recuperamos en nuestro
Poema
de la Semana
también como modelo de mujer trabajadora y luchadora incansable que
consiguió ocupar un puesto destacado en la poesía española del
siglo XX.
Gloria
Fuertes
BIOGRAFÍA
Gloria
Fuertes nació en Madrid
a
los dos días de edad,
pues
fue muy laborioso el parto de mi madre
que
si se descuida muere por vivirme.
A
los tres años ya sabía leer
y
a los seis ya sabía mis labores.
Yo
era buena y delgada,
alta
y algo enferma.
A
los nueve años me pilló un carro
y
a los catorce me pilló la guerra;
A
los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí
a regatear en las tiendas
y
a ir a los pueblos por zanahorias.
Por
entonces empecé con los amores,
-no
digo nombres-,
gracias
a eso, pude sobrellevar
mi
juventud de barrio.
Quise
ir a la guerra, para pararla,
pero
me detuvieron a mitad del camino.
Luego
me salió una oficina,
donde
trabajo como si fuera tonta,
-pero
Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo
por las noches
y
voy al campo mucho.
Todos
los míos han muerto hace años
y
estoy más sola que yo misma.
He
publicado versos en todos los calendarios,
escribo
en un periódico de niños,
y
quiero comprarme a plazos una flor natural
como
las que le dan a Pemán algunas veces.
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